Hacer el bien es bueno para el alma, dice la biblia. Aún cuando otros te dañen o te traten mal, es importante tratar a todos con amor.
Lucas 6:27 dice "Pero a ustedes que me escuchan les digo: amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian". También Romanos 12:20 dice lo siguiente: "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza". Esto significa que debemos hacer el bien sin importar cómo nos traten los demás.
Esto es crucial para las personas que creen que la Biblia tiene la verdad. Te hace sentir recto cuando te das cuenta de que, sin importar lo que ocurra, hiciste lo que creíste que era lo correcto. Al final, nuestro último beneficio es ir al cielo.
Lucas 6:27
»Escuchen bien lo que tengo que decirles: Amen a sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. A quienes los insulten, respóndanles con buenas palabras. Si alguien los rechaza, oren por esa persona. Si alguien les da una bofetada en una mejilla, pídanle que les pegue en la otra. Si alguien quiere quitarles el abrigo, dejen que también se lleve la camisa. Si alguien les pide algo, dénselo. Si alguien les quita algo, no le pidan que lo devuelva.
Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes.
“No te canses de hacer el bien”. Esta es una frase que muchos cristianos conocen pero pocos ponen en práctica.
No te canses de hacer el bien
Pablo les pide a los cristianos de Galacia que se convenzan, una vez más, de que confiar en su carne en esta vida solo conducirá a la corrupción. La confianza en nuestro propio poder solo conduce a la decadencia y la muerte.
Eso es cierto si confiamos en el esfuerzo humano para salvarnos siguiendo los rituales y sacramentos de la ley, o siguiendo nuestros propios deseos egoístas y pecaminosos.
La salvación llega solo "plantando" el Espíritu. A través de la fe en Cristo para el perdón de nuestros pecados, Dios nos da su propio Espíritu. Solo ese Espíritu entregará la vida eterna al final (Gálatas 6: 6–8). Debemos compartir esta verdad y motivar a los inconversos para que sean conocedores y portadores también de este privilegio.
Pablo insta a los gálatas a no cansarse de hacer el bien. Se trata de un trabajo duro, especialmente si alguien comienza a dudar de si es importante. Pablo está instando a los gálatas a seguir viviendo de una manera que sea consistente con lo que creen.
Son personas libres en Cristo, y el Espíritu de Dios está con ellos. Eventualmente, surgirá la cosecha de la vida eterna y la verán por sí mismos.
En un sentido más inmediato, las buenas obras que los gálatas están haciendo en el poder del Espíritu también darán fruto. Dios a menudo permitirá que su pueblo vea cómo hace cosas buenas tanto en esta vida como en la vida venidera, y desea que seamos imitadores.
Cómo deben actuar los cristianos
Gálatas 6: 1–10 se enfoca en cómo aquellos en Cristo deben tratarse entre sí, a través del poder del Espíritu de Dios. Deberíamos restaurar a los atrapados en el pecado con gentileza y humildad, y deberíamos ayudar a los demás a llevar sus cargas. Dicho esto, los cristianos debemos ser honestos acerca de lo que Dios está haciendo a través de nosotros.
Necesitamos asumir la responsabilidad de lo que nos ha encomendado. Debido a que la vida eterna viene de plantar el Espíritu de Dios por la fe en Cristo, y no por las obras de la carne, debemos seguir haciendo el bien. La cosecha se mostrará al final. Pablo concluye la carta, escribiendo en letras grandes que la circuncisión no significa nada. Solo el hecho de convertirse en una nueva creación a través de la fe en Cristo es importante.
¿Cómo podemos hacer el bien?
A la mayoría de los cristianos se nos olvida lo que realmente nos ha mandado a hacer Dios. Se nos va de la mente uno de los mandamientos principales; “Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo”. Tal vez conocemos esta palabra y no sabemos cómo aplicarla, o simplemente no queremos. Hermanos, no te canses de hacer el bien, por nada del mundo. Aquí te mostraremos solo algunas de las formas en que puedes cumplir este mandato:
Ayuda al necesitado
Pensamos que es suficiente con decir “Dios te bendiga”. Muchas veces vemos al hermano necesitado y simplemente decimos “Dios proveerá”, dejándolo solo con su problema o necesidad. No nos damos cuenta de que nuestro Señor quiere utilizarnos como instrumento para manifestarse en la vida de esa persona.
Publicar un comentario