Resultado de imagen para las bendiciones de dios no añaden tristeza
Bendiciones que hacen que nuestra vida se enriquezca, por eso cuando proverbios 10:20 nos dice que la bendición de Dios nos enriquece y no trae tristeza, se refiere es que son bendiciones que de alguna manera nos ayudan en el crecimiento de nuestra vida.
Una bendición es la expresión de un deseo benigno dirigido hacia una persona o un grupo de ellas. La bendición dice así: Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo y vino en abundancia. ...
Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti.
Las bendiciones del Señor no traen tristeza consigo, sino que ellas nos alegran porque el mismo Dios fue el dador de las mismas.
Dios no nos dará una bendición para que estemos tristes, sino para que estemos alegres y para que podamos disfrutarlas al máximo.
Debemos recordar que la palabra de Dios nos dice: que el dinero mal habido no se disfruta, sino que así mismo como lo conseguiste así mismo se te irá de las manos.
A Dios no le agrada que las personas hagan maldad a los demás para conseguir algo o para quitarles lo que han conseguido con esfuerzo.
La obediencia a Dios debería ser la respuesta lógica a su amor y a todo lo que él ha hecho y hace por nosotros. Una vida de obediencia a Dios es una vida con un fundamento sólido, capacitada para enfrentar las tormentas de la vida sin derrumbarse por completo.
¿Quieres que tu vida sea así? Vive en obediencia a Dios.
Jacob, por ejemplo, dejó su tierra con un bastón como única pertenencia, pero volvió veinte años más tarde con tantas ovejas, vacas y camellos que formó dos campamentos.
Esta abundancia que recibió Jacob fue un regalo de Dios, una bendición material. (Génesis 32, 8). Y esta bendición constituyó el fundamento para que por medio de Abraham se creara una nación, como preparativo para la venida de la descendencia prometida (Génesis 22, 17-18).
Otro ejemplo es el de Job, quien perdió todos sus bienes, pero Yahveh luego lo bendijo con “catorce mil ovejas, seis mil camellos y mil yuntas de bueyes y mil asnas” (Job 42, 12).
A pesar de estas bendiciones materiales no se puede tomar la riqueza o el bienestar material como el único indicador de la bendición de la aprobación de Dios.
Dios bendice el empeño de quien se esfuerza por cumplir su voluntad: “Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche! Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien” (Salmo 1,1-3).
A los cristianos de Esmirna (pobres en lo material pero ricos en sentido espiritual) Jesús les dice: “Conozco tu tribulación y pobreza pero eres rico” (Apocalipsis 2,9).







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